Ciudad del caos

“Neralo. Ciudad del caos” es la primera novela de una trilogía de fantasía y ciencia ficción que se va a ir creando en esta bitácora. Es una novela viva. Por lo tanto, aunque a grandes rasgos ya está escrita en mi cabeza, los comentarios y aportaciones de los lectores podrán ir modificando el transcurso de la historia. Subiré un nuevo capítulo cada sábado. Para leer la novela en su orden correcto, selecionar "Orden posts:Ascendente". Más en: www.neralo.info

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Lugar: Bilbao, Bizkaia, Spain

24 junio 2006

PRÓLOGO

La lluvia golpeaba intensamente contra los cristales de la vieja fábrica. La calle estaba en silencio y únicamente iluminada por el resplandor de la luna llena. Un fuerte estruendo asustó a un gato que merodeaba y la repentina aparición de tres motos le hizo huir. La primera moto surcó la calle como si de un rayo esmeralda se tratara. La seguían otras dos, una azul y la otra negra. El segundo ocupante de la moto negra alzó una ametralladora y empezó a disparar. La rueda trasera de la moto verde estalló y se balanceó peligrosamente hasta que se estrelló contra una de las paredes de la fábrica. Las otras dos motos se detuvieron junto a su presa.

Tras un largo silencio, en el que el único movimiento perceptible era el de la cortina de humo negro que había tras las tres figuras que se encontraban de pie, el ocupante de la moto verde se retorció, hizo fuerza para quitarse la moto de encima y, al darlo por imposible, se quitó el casco. Era un hombre de unos treinta años, de cara larga y rasgos marcados, el pelo negro y corto con dos entradas a los lados. Las cejas tupidas sobre unos ojos negros le daban un aire asesino. Un hilo de sangre le corría por la boca.

La figura más alta de todas las que estaban de pie se acercó al hombre tendido en el suelo, se puso en cuclillas y retiró el cristal de su casco, revelando unos ojos rasgados de color marrón.

-Alex, debí imaginar que eras tú –escupía las palabras con un gran desprecio-. No creerías en serio que te iba a dejar que te lleves mi banda para ese estúpido plan tuyo de unificación y paz y no sé qué tonterías más. Te avisé que como te volviera a ver por mi zona te iba a reventar el culo a balazos.

-Rob, maldito cabrón –la voz era entrecortada debido a la dificultad con la que respiraba-, no te tengo miedo ni a ti ni a ninguno de tus gorilas. No eres más que un capullo.

Rob chasqueó los dedos y el hombre de la ametralladora apuntó a Alex a la cabeza y disparó, manchando a todos de sangre y restos humanos. Tras otra pausa en silencio, Rob sacó una navaja y con ella quitó la matrícula a la moto verde. Luego, prendió fuego al cadáver y los tres montaron en las motos.

Cuando las dos motos, azul y negra, se marchaban de la fábrica por el mismo sitio por el que habían venido, se oyó un nuevo estruendo y apareció otra cortina de humo negro.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Aquí estoy y solo puedo decir que me encantaría leer más!! ¿Cuándo viene lo próximo?
Me había caido bien ese tal Alex =P

Artizta!!

3:46 p. m.  

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